Dentro de sus muchos intentos aprendió y probó varias técnicas hasta que consiguió la que más le gustó.
Al principio él pudo haberse rendido y dejar de intentarlo, esperar hasta que tuviese un comprador, haberse inscrito en la mejor clase de cerámica, con el mejor profesor, en el mejor instituto y al final, sin practica hubiese obtenido el mismo resultado.
Cuándo se trata de producir contenido, desarrollar un nuevo hábito o mejorar una destreza importa más la cantidad que la calidad.
Así que a diferencia de otras cosas en la vida, la repetición es clave.
No esperes a tener todo descifrado y planeado para comenzar a hacer algo, repetición es igual a acción, la acción es lo que te llevará a conseguir lo que quieres.
Ahora te pregunto, ¿hay algo que aún no haz comenzado porque no te sientes preparado?
Nos leemos la próxima semana.
Doug.